El bar de Oporto - DiVINIdades - Novedades de Viajes & Vinos

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Por los ondulados mosaicos de sus nostálgicas rúas se desliza un arrebatador espíritu de modernidad que estalla en vaso. Mágica y vetusta ciudad en pendiente, su espíritu más genuino desemboca en el río Douro y en el corazón de uno de los vinos más prestigiosos del mundo, el de Oporto.

Ese vino legendario que surge de la más antigua región vitivinícola demarcada y reglamentada del mundo respira un aire fresco que impulsa nuevos rumbos para viejas barricas que hoy navegan a otros destinos gracias a las inéditas molduras que se le han concebido para crear el bar de Oporto.

No es de extrañar, pues una de las tendencias de la coctelería ha sido rescatar bebidas con mucha tradición como los digestivos, el coñac, los vinos de Oporto o de Jerez, para emplearlos en tragos fascinantes, sin abandonar su fascinación en solitario.

A partir del lanzamiento hace ya un tiempo del Porto Tonic, un trago que buscaba conquistar a un público más joven, las bodegas de Oporto han ido convirtiendo a la coctelería en importante estrategia para captar nuevos consumidores y crear nuevas actitudes hacia el vino de Oporto, que le desligan de su imagen seria, complicada y formal, lo visten con aires de diversión, y convierten su disfrute en una nueva actitud, un nuevo estilo de vida, y un llamado a sus valores contemporáneos.

Lo aprendió Real Companhia Velha, la más antigua empresa de vinos en Portugal, cuando mezcló un poco de su Royal Oporto blanco seco, con hielo y rodajas de naranja, creando un trago tan exitoso que dio pie al lanzamiento de todo un nuevo concepto coctelero, los Caipi Royal, que buscaban afirmar el carácter del vino de Oporto con un espíritu joven y moderno, y contaba con tragos con lima, lima y fresa, lima y piña, y lima y mangó, cada día más demandados.

Los cócteles a base de Oportos se han esparcido por discotecas, bares, restaurantes y eventos dirigidos a públicos más jóvenes y cosmopolitas, siendo especialmente populares en épocas de calor. Por ejemplo, en el fabuloso The Yeatman, el primer hotel vínico de lujo en Portugal se puede disfrutar de un prodigioso atardecer, saboreando en su terraza las más maravillosas vistas de la vieja Oporto mientras se degusta una selección de tragos de vanguardia fortificada como el Pink Jazz, con té de jazmín, menta y Oporto rosado Croft en copa de martini; un Dick’s Venture, que mezcla Oporto blanco y ginebra; un Tratado Methuen, con Oporto, whisky y jugo de limón; un Vinson, con Oporto rosado, brandy de cereza y fresas frescas; o un nunca mejor designado Roof Top, con vino de Oporto, brandy, Cointreau y agua tónica.

Los de Oporto son vinos fortificados a los que se añade alcohol vínico para detener su fermentación, a fin de que conserven un mayor nivel de azúcar residual. Hay cuatro categorías básicas: blanco, rosado, Ruby y Tawny. Además de color diverso, cada categoría puede tener diversos grados de añejamiento y dulzor.

Aunque todas las categorías de Oportos son aptas para la coctelería, son quizás rosados y blancos, especialmente los secos, los que mejor se acoplan en tragos.

¿Qué aporta el vino de Oporto a un cóctel? Algo inconfundible por tratarse de un producto irrepetible que sólo se produce en la región demarcada del Douro. Más allá de esa cualidad única de obsequiar nuevas sensaciones, el vino de Oporto ofrece la ventaja de ser una alternativa más barata que cualquier bebida espirituosa, sin contar que, como vino, es más saludable que muchos espirituosos.

Del ron al vermut, licores, cremas como la de menta y siropes con sabor a fruta, hay un sinfín de ingredientes afines a la coctelería con Oportos. Por ejemplo, naranja y canela armonizan bien con Tawny en un trago súper refrescante y adictivo, que funde la modernidad de los cócteles con estos vinos con siglos a cuestas. Agua tónica, naranja y cítricos como lima o limón son idóneos para cócteles, especialmente los elaborados con Oportos blancos y rosados, al igual que las frutas rojas, frescas y exóticas, o hierbas como la menta y la hierbabuena. La naranja va también bien con Tawnys, los frutos rojos con los Ruby y, algo que concuerda con todos, salvo los Vintage, es el hielo.

En Portugal, hay bodegas con programas de promoción específicos para cócteles con vinos de Oporto, que incluyen hasta fiestas dedicadas, adiestramientos a barmen e incluso espacios dedicados a la coctelería, como el caso de Sandeman’s que tiene una amplia oferta de cócteles para disfrutar en su centro de visitas a la vera del Douro.

Los productores de vinos de Oporto ven su uso en coctelería como un paso adelante en el desarrollo de nuevos tipos de consumo para el producto, conquistando nuevos segmentos de mercado en niveles de precio distintos y con un perfil diverso. Como ha sido con el Portonic, un Porto Tonic listo para beber en lata, del que varias bodegas ya han lanzado marcas propias.

Sería errado creer que los tragos son el futuro del vino de Oporto, pero por otro lado sería igualmente imprudente ignorar que forman parte de ese porvenir.

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Texto: Rosa Maria Gonzalez Lamas. Fotos: Viajes & Vinos y The Fladgate Partnership (C)